Cuenta Pedro: Ya era viernes mí madre nos había despertado
temprano para ir a buscar a Paula, si, es raro pero íbamos a ir a buscar a una
nueva integrante de la familia Alfonso.
Ya el hecho de levantarme temprano para ir a buscar a Paula
me molestó pero sabía que tenía que hacerlo, mi madre me hizo el desayuno, si
es raro tengo 25 años, mi madre me hace el desayuno y todavía vivo con ellos,
pero bueno es así, soy muy apegado a ellos en especial a mi mamá.
Me vestí, y como siempre esperaban por mí, baje de mi habitación
y fuimos rumbo al aeropuerto a buscar a
Paula.
Cuenta Paula: Había viajado toda la noche, un poco nerviosa,
otro poco, ansiosa por conocerlos, sabía que tenían dos hijos varones, siempre quise
tener hermanos, pero nunca se dio.
La cuestión era que entre pensamiento y pensamiento había
llegado a Buenos Aires, si ya estaba en el aeropuerto. Baje y busque a las únicas
dos caras que había visto por fotografía, si la de Ana y la de Horacio, las
busque y las encontré, ellos enseguida me vieron y se dirigieron hacia a mí.
Pau: (Entre tímida y nerviosa ) Hola, ustedes son Ana , Horacio….
Y….
Pedro: Soy pedro, y él es Federico.
Ana: Hola Paulita bienvenida (saludándola)
Horacio: Hola Paula mucho gusto.
Pau: Muchas gracias por el recibimiento, hola chicos…
Pedro: Hola Paula (saludándola)
Fede: Hola…
Horacio: Bueno vamos a casa?
Ana: si vamos a si pau se acomoda, y todas esas cosas.
Pau: (sonrió)
Cuenta Pedro: No lo podía creer era hermosa, es divina,
tiene muy buena onda y su sonrisa fue lo que me atrapó en ella, si estaba
molesto con ella, lo que menos sentía ahora era molestia con ella, o si no sé,
pero era perfecta de pies a cabeza.
Cuenta Paula: Me recibieron de una manera muy linda, me
hicieron sentirme bien, cómoda, se ve que era una familia muy unida, eran todos
muy lindos, pero Pedro, ese chico era muy lindo, su mirada fue linda para con
migo, sentí que me iba a llevar muy bien con todos, pero con Pedro sentí que
iba a ser como un amigo al que le podía contar todo, me vendía esa confianza.